Filtro de aire acondicionado: ¿cada cuánto se cambia?
- Prothermic

- 13 oct
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 6 días
Mantener el filtro de aire acondicionado en buen estado es la forma más simple de ahorrar energía y respirar mejor en casa u oficina. Un filtro limpio protege el equipo, evita malos olores y ayuda a que el aire fluya como debe. La gran pregunta es: ¿cada cuánto se cambia o se limpia? Aquí te damos una respuesta clara según el tipo de filtro y de equipo, con pasos prácticos y una tabla comparativa para decidir sin dudas.

¿Por qué el filtro de aire acondicionado es crucial?
Un filtro en buen estado protege el equipo, mejora la calidad del aire interior y optimiza el rendimiento. Cuando se satura, aumenta la resistencia al paso del aire, el ventilador trabaja más, el compresor opera por más tiempo y el sistema consume más energía. Además, un filtro sucio permite que el polvo se deposite en el evaporador y en el ventilador, donde puede proliferar biofilm y generar olores.
Impacto directo en el consumo y la vida útil
Un filtro limpio ayuda a mantener el caudal de diseño, lo que se traduce en ciclos de compresión más cortos. En la práctica, eso significa mejor confort con menos horas de funcionamiento y menos desgaste del motor del ventilador.
Beneficio para la salud y el confort
Al capturar partículas de polvo, polen y pelusas, el filtro disminuye la carga de alérgenos en suspensión. Si añadimos filtros específicos (carbón activado, finos o HEPA en kits compatibles), también reducimos olores y partículas más pequeñas. Todo suma a un ambiente más saludable.
¿Cada cuánto se cambia el filtro de aire acondicionado?
La frecuencia depende del tipo de filtro, del uso y del entorno. Como regla general:
Split residencial con malla lavable: se lava cada 2–4 semanas en temporada de uso. No se cambia: es reutilizable.
Split con filtros adicionales desechables (carbón, finos, HEPA en kits): revisión cada 1–3 meses y cambio entre 3–12 meses según el tipo.
Sistemas ductados/comerciales con filtros plisados (MERV/ISO ePM): inspección mensual y cambio cada 1–3 meses o según caída de presión (ΔP).
Entornos exigentes (polvo, obras, mascotas, fumadores): acorta los intervalos a la mitad.
Señales de que ya toca intervenir
Menor flujo de aire al tacto o en la sensación de salida.
Más ruido del ventilador, como si “forzara”.
Olores que reaparecen rápido después de ventilar.
Suciedad visible en el filtro o polvo acumulado en las rejillas.
Factores que modifican la frecuencia
Horas de uso y estacionalidad
En climas con veranos calurosos o invierno con bomba de calor, el equipo puede operar muchas horas al día. A más horas, más carga de polvo procesada por el filtro.
Entorno y actividad
Zonas urbanas con tráfico: mayor presencia de hollín y PM.
Obras cercanas y viento: más polvo y arena fina.
Hogares con mascotas o fumadores: pelusas, caspa y compuestos que saturan más rápido.
Espacios de alta ocupación (oficinas, comercios): mayor recambio de aire, mayor carga particulada.
Tipo de filtro y su resistencia
Malla lavable (nylon/metal): detiene polvo grueso. Se lava, no se reemplaza.
Plisado desechable (MERV/ISO ePM): mayor superficie y eficiencia; se cambia.
Carbón activado: reduce olores y ciertos compuestos; se cambia, no se lava.
Fino/HEPA (kits para split): captura partículas pequeñas; se cambia según fabricante (habitualmente 6–12 meses).
Frecuencias, señales y acciones
Equipo | Tipo de filtro | ¿Qué hago? | ¿Cada cuánto?* | Señales de que ya toca | Nota práctica |
Split de casa | Malla lavable (la que trae de fábrica) | Límpialo (no se cambia) | Cada 2–4 semanas en temporada | Sale menos aire, hay más ruido, ves polvo en la malla | Lávalo con agua y jabón neutro y seca a la sombra |
Split de casa | Carbón activado (opcional) | Cámbialo | Cada 3–6 meses | Olores que vuelven rápido; el filtro se ve oscuro | No se lava. Es un repuesto que se reemplaza |
Split con kit “fino/HEPA” | Filtro fino/HEPA (opcional) | Cámbialo | Cada 6–12 meses | Menos aire y más ruido aun con la malla limpia | Asegúrate de que sea compatible con tu modelo |
Ductado (oficina/tienda) | Plisado desechable | Cámbialo | Cada 1–3 meses | Sube la cuenta de luz, hay quejas de confort | Si miden, cámbialo cuando el indicador lo sugiera |
Cassette / piso techo | Malla + opcionales | Limpia la malla / cambia los opcionales | Malla 2–4 semanas / Opcionales 3–12 meses | Igual que split de casa | Inclúyelo en la mantención programada |
Tip: si el equipo funciona a diario o el entorno es polvoriento, usa la frecuencia más corta y ajusta tras 2–3 ciclos según lo que observes.
Cómo elegir el filtro correcto para tu equipo
Split estándar (residencial)
La mayoría de los splits trae una malla lavable. Esa malla se lava y se vuelve a usar; no se cambia.Si quieres mejorar olores o polvo fino, algunos modelos aceptan accesorios oficiales (por ejemplo, un cartucho de carbón activado o un filtro fino/HEPA en kit). Nuestra recomendación es usar piezas compatibles con tu marca y modelo para no restringir demasiado el aire ni aumentar el consumo.
Sistemas ductados y comerciales
Estos equipos usan filtros desechables plisados (los que parecen un “acordeón”). Aquí la clave es equilibrar dos cosas:
Qué tanto limpia el filtro, y
Qué tan fácil deja pasar el aire.
Si el filtro es demasiado denso para tu ventilador, el equipo se esfuerza, sube la cuenta de luz y llega menos aire a los recintos. Por eso, al elegir:
Pide un filtro con buena capacidad de retener polvo pero que no “ahogue” el flujo de aire.
Si tu edificio o contratista tiene un indicador (un manómetro o un visor tipo “verde/amarillo/rojo”), cámbialo cuando marque zona amarilla/roja o cuando el encargado de mantención lo recomiende.
En oficinas o tiendas con mucha gente, es normal revisar al mes y cambiar cada 1–3 meses.
Control de olores y alérgenos (para cualquier sistema)
Para olores: agrega carbón activado (en split, solo si hay kit compatible; en ductados, como etapa adicional).
Para polvo muy fino o alergias: considera un filtro fino o HEPA solo si tu equipo lo soporta sin perder caudal. En split, usa kits diseñados para tu modelo; en ductados, consulta con el técnico para que el ventilador no quede “estrangulado”.
Señales de alerta: no es solo el filtro
Cuando el rendimiento cae pese a limpiar o cambiar
Hielo o escarcha en la batería interior: posible falta de refrigerante o filtro extremadamente restringido.
Goteo inusual: drenaje obstruido o bandeja sucia.
Cortes por alta presión o códigos de error: revisa condensador exterior sucio o fallas de ventilador.
Qué hacer en esos casos
Si tras limpiar/cambiar el filtro el equipo sigue rindiendo mal, conviene una higienización profesional del evaporador, ventilador y drenajes, además de revisar parámetros de operación.
Filtro de aire acondicionado
¿Puedo aspirar la malla en vez de lavarla?
Sí, pero no reemplaza el lavado. Aspirar ayuda a extender el tiempo entre lavados, aunque el jabón neutro es el que elimina residuos finos y biofilm. Nuestra recomendación: aspira semanalmente si hay mucho polvo y lava cada 2–4 semanas.
¿Un filtro más “fino” siempre es mejor?
No necesariamente. Si la resistencia al paso de aire es demasiado alta para tu equipo, el caudal cae, sube el consumo y el confort empeora. En splits, usa kits compatibles y en ductados elige un nivel MERV/ISO acorde a la capacidad del ventilador. Siempre es mejor un equilibrio entre eficiencia y resistencia.
¿Cada cuánto revisar si casi no uso el equipo?
Aunque uses poco, el polvo se deposita igual. Recomendamos chequeo mensual en temporada (verano/invierno si calienta) y bimensual el resto del año. Si la malla luce limpia, puedes extender a 4 semanas; si no, lava de inmediato.
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